martes, junio 06, 2006

El día de la bestia...

... de la bestia que se lo creyó

Antes que nada quisiera ofrecer una disculpa si alguien se ofendió por la frase anterior, pero, seamos realistas y analicemos los hechos, que pondré a continuación:

Primeramente, el día 6 del mes seis (junio) del año 2006 no tiene ningún significado mas que la coincidencia de que se repite el dígito 6, quedando en los calendarios 06/06/06, o 666, número que la biblia designa como el número de la bestia, refiriéndose a Satanás, el enemigo de Cristo.

Pues bien, esta fecha carece de significado por la principal causa de que a lo largo de la historia conocida de la humanidad, han existido dos sistemas de calendarización, el Juliano y el Gregoriano, este último el que está vigente en la actualidad. Comencemos pues, por describir cada uno de estos calendarios:

CALENDARIO JULIANO: Se llama así al creado por Julio César el año 47 antes de Jesucristo (antes de la era cristiana). Si el calendario juliano es el punto de referencia del calendario romano, esto es debido a que la reforma que decretó Julio César puso fin a una situación en algunos momentos caótica.

Entre los primitivos romanos, los habitantes de Alba Longa tenían un calendario de 10 meses, cuya duración oscilaba entre los 18 y los 36 días; los de Labinia tenían un año de 374 días distribuido en 13 meses; los etruscos sólo tenían meses lunares. Finalmente se llegó a un calendario de 304 días agrupados en 10 meses: 6 de 30 días, y 4 de 31. Con estas oscilaciones está claro que todos los años había que estar haciendo reajustes. Por empezar, febrero era el último mes del año y en él se hacían los ajustes. En la época de Numa Pompilio cada dos años se intercalaba entre el 23 (el sexto calendas) y el 24 de febrero un mes de 22 o 23 días llamado mercedinus (de mercedem, que entre otras cosas significa "paga"), porque ese era el mes en que se pagaba a la servidumbre. Ese sistema daba unos desajustes que debían regular los pontífices; y lo hacían no con criterios astronómicos, sino políticos; con lo que el invierno "civil" acabó cayendo en el otoño astronómico.

Fue Julio César, en el año 47 a. de J.C. (707 de la fundación de Roma) quien puso orden en este caos. Por empezar, para que volviese a caer cada estación, con las fiestas y celebraciones correspondientes, en el tiempo astronómico que le correspondía, se vio obligado a hacer el primer año de 445 días. Fe conocido con el nombre de año de la confusión. A partir de ahí ya todos los años eran de 365 días, menos los bisiestos, que eran de 366. Año bi-siesto era aquel en que se repetía (bis) el sexto calendas martii, es decir el 23 de febrero, y se le llamaba bissextocalendas. Con esto se corrigió de forma importante, pero no del todo, la diferencia que iban acumulando el exceso de poco más de un cuarto de día que le sobraba a cada año. No del todo, porque cada 128 años los minutos sobrantes sumaban un día más.

El año juliano quedó pues con los 12 meses que hoy conocemos, pero con una pequeña variación: enero, marzo, mayo, julio, septiembre y noviembre (los meses impares) tenían 31 días, y los demás (los pares) 30, ¡incluido febrero en los años bisiestos! Pero, lo que hace la vanidad, Augusto no podía consentir que el mes de julio(en honor de Julio César) tuviese 31 días, y el mes instituido en su honor, agosto, tuviese sólo 30. Así que deshizo el orden de meses alternos, y le puso también 31 días al mes que llevaba su nombre. Se lo tuvo que quitar a febrero, al que dejó con 28 los años no bisiestos, y 29 los bisiestos.

Pero tampoco es este el único desajuste del calendario juliano, que al fin y al cabo no es importante para que salgan las cuentas. Es que en los nombres de los meses vuelve a pecar de inconsecuente: los antiguos meses de los romanos, eran: 1º, Martius, de 31 días; 2º, Aprilis, de 30; 3º, Maius, de 31; 4º Junius, de 30; 5º, Quintilis, de 31 (obsérvese que desde este mes hasta el décimo, el nombre es simplemente el del número de orden que ocupan en el calendario); el 6º, Sextilis, de 30 días; el 7º, September, de 30 días; el 8º, October, de 31 días; el 9º, November, de 30 días, y el 10º, el december, de 30 días. Más adelante se añadió un decimoprimer mes, el Februarius, al final del año; y finalmente el decimosegundo, el Januarius, que se colocó al principio del año.

Al poner orden Julio César en el calendario, asesorado por el astrónomo alejandrino Sosígenes, no se preocupó de recuperar la coherencia léxica para los meses de september, october, november y december, que dejaron de ser los meses séptimo, octavo, noveno y décimo, para convertirse en noveno, décimo, decimoprimero y decimosegundo respectivamente. Conservaron el nombre ordinal, pero bien desordenado.

Como podemos observar, el calendario Juliano sufrió varias modificaciones, y una de ellas fué por pura vanidad de un emperador romano...

Sigamos con el calendario vigente en la actualidad:

CALENDARIO GREGORIANO: En nuestra civilización occidental hemos conocido sólo dos eras auténticas: la era "ab urbe cóndita" (la que se inicia con la fundación de Roma), y la era "ab incarnatione Dómini" (desde la Encarnación del Señor), que propuso en el año 527 el monje Dionisio el Exiguo, y que el año 607 asumió como propia el papa Bonifacio IV. Esta fecha se fijó en el 25 de marzo (fiesta de la Anunciación y por tanto de la Encarnación) del año 753 ab urbe cóndita; luego se desplazó hacia el 25 de diciembre y el 1 de enero, en que se conmemora el nacimiento de Cristo (está clara la incongruencia de celebrar en días distintos el nacimiento de Cristo y el principio del año, cuando se pretende que la cuenta de los años empieza en este acontecimiento).

Para hacernos una idea de lo costoso que fue llegar al calendario único para toda la cristiandad, no hay más que anotar que en Portugal no se adoptó la era cristiana hasta casi las vísperas del descubrimiento de América. Otras "eras" de menor entidad, de corta duración por tanto, son las que impusieron los romanos a los pueblos conquistados: la era de Augusto en Egipto, la Antíoco-Cesárea en Asia Menor, la era de España, la era de los Anni Augustorum, la de Diocleciano. Y ya en el cristianismo, en la zona de Oriente, la era bizantina, que empezaba el 5509 a. de J.C. (por la cuenta bíblica del principio del mundo).

Está claro que mientras se le daba vueltas al tema de la era (del principio de la cuenta de los años), que al fin y al cabo era un tema menor, se iba tirando de Calendario Juliano, el instituido por Julio César en el año 47 a. de J.C. (707 de la era romana, es decir de la fundación de Roma), a la sazón dictador y gran pontífice.

En 1582 el papa Gregorio XIII promulgó el nuevo calendario, llamado Gregoriano por ser él su promotor. Habían pasado más de 1.600 años de vigencia del calendario Juliano y los pequeños desajustes se habían hecho muy ostensibles al cabo de tanto tiempo. El calendario civil se había retrasado 10 días respecto al calendario astronómico; por lo que Gregorio XIII tuvo que decretar en 1583 el salto del día 10 al 20 de diciembre. Ese año, diciembre tuvo sólo 21 días.

En esencia, la principal aportación de la reforma gregoriana consiste en que la cuenta de los años bisiestos no es rígida como en el juliano; así pues, de la regla general del bisiesto cada cuatro años, se exceptuaban los años múltiplos de 100, excepción que a su vez tenía otra excepción, la de los años múltiplos de 400, que sí eran bisiestos. La nueva norma de los años bisiestos se formuló del siguiente modo: La duración básica del año es de 365 días; pero serán bisiestos (es decir tendrán 366 días) aquellos años cuyas dos últimas cifras son divisibles por 4, exceptuando los años que expresan el número exacto del siglo (100, 200..., 800..., 1800, 1900, 2000...), de los que se exceptúan a su vez aquellos cuyo número de siglo sea divisible por 4. Asimismo se corrigió en el calendario gregoriano la duración de los meses, ya fijada básicamente en el calendario juliano.

El año bisiesto fue ya instituido por el calendario juliano, que añadía un día cada cuatro años en el mes de febrero, intercalándolo entre los días 23 y 24. Los romanos llamaban al 23 de febrero, "sexto calendas Martii" (el sexto día antes de las calendas de marzo). Al no permitir la peculiar cuenta y denominación de los días por los romanos "alargar" el mes, sólo les quedaba la opción de "repetir" un día. El día elegido para ser repetido fue el 23 de febrero, el sexto calendas, por lo que a los años en que se repetía (bis) ese día se les llamó bis-sextilis, que nos dio finalmente el nombre de bisiesto. "23-F bis" es un buen recurso mnemotécnico para recordar el origen de la palabra "bisiesto".

El Papa Gregorio XIII reunió un grupo de expertos que, después de cinco años de estudios, implantó el calendario que actualmente tenemos en vigor en la sociedad occidental, realizando las siguientes reformas al calendario juliano.

1. Se excluyeron diez días, disponiéndose que el 5 de octubre se contase como 15 de octubre.
2. Se corrigió la duración del año solar, estableciéndose en 365 días, 5 horas, 49 minutos y 12 segundos.
3. Se hizo empezar el año el 1 de enero.
4. Los años seculares se convirtieron en bisiestos sólo si resultaban divisibles por 400, de este modo se ganaba la fracción de un día cada cien años, que en 15 siglos había ascendido a 10 días.

El nuevo calendario fue inmediatamente adoptado en todos los países católicos, pero el resto del mundo tardó en aceptarlo, siendo Rusia el último país que lo adoptó en 1918.

Ahora, de acuerdo a lo que el estimable lector acaba de leer (si es que no le dió weba hacerlo...) El nuevo calendario, vigente en la actualidad, se instituyó para hacer varios y drásticos ajustes al calendario Juliano, mejorando así si efectividad y evitando incongruencias y confusiones.

Ahora, citando a la introducción de la canción de Iron Maiden, The Number of the Beast que a su vez cita la biblia: "Let him who have understanding reckon the number of the beast, for it is a human numer, it's number is six hundred and sixty six"

La última parte, "es un número del hombre, su número es el 666" se refiere a que ese número lo designó el ser humano, no el mismo Satán, por lo que de cierta manera carece de simbolismo, ahora bien, algún lector podría señalar que el calendario fue instituido de igual manera por el hombre, dándole cierta relación, pero analicemos mas hechos, continuando en la línea de los calendarios:

Aunque sea sólo un pequeño comentario, el calendario Azteca es fácilmente relacionable con el calendario gregoriano, pues ambos marcan el año de 365 días y 6 horas, partiendo de este hecho y del hecho de que las culturas prehispánicas tenían avanzados conocimientos de astronomía (no confundir con astrología, que es una ciencia aparte) a pesar de no contar con telescopios ni nada por el estilo, podríamos decir que estas culturas tenían un buen entendimiento del tiempo, cosa en la que basaron ciertas profecías, como el retorno de Quetzalcóatl, que realmente fue la llegada de Hernán Cortez...

En el mismo orden de ideas, de las culturas prehispánicas, tenemos a los Mayas, cuyos conocimientos de astronomía y el desarrollo de un calendario les dan cierto nombre, y por supuesto también tenían profecías en fechas específicas. Pues bien, una de sus profecías era el fin del mundo, cuya fecha trasladada al calendario Gregoriano vendría siendo en el año 2012.

En base a lo anterior y al hecho de que muchos dicen que el día de hoy es el nacimiento del anticristo escribiré unas cuantas opiniones mías:

Primeramente, según la profecía, el anticristo nacería, trayendo el fin de la humanidad, "el día seis, del mes seis a las seis horas", como podemos ver, no menciona el año, ahora, otro problema que viene, es que nuestro planeta tiene los denominados "husos horarios" lo que hace que el día 6 del mes 6 a la hora 6 sea una gran variable, puesto que tampoco nos menciona una referencia geográfica, ¿será acaso a las 6 del meridiano de Greenwich?, ¿a las 6 del meridiano de parís? (que estuvo en uso unos pocos años antes de la institución universal del meridiano de Greenwich), ¿o será a caso a las 6 hora local del lugar de nacimiento del llamado anticristo?.

En cualquier caso, las cuestiones anteriores representan el problema de que, nuevamente, los husos horarios fueron instituidos por el ser humano, dando una referencia muy posiblemente errada del cumplimiento de una profecía.

Ahora, volviendo con los Mayas, que decían el mundo acabaría en el año 2012, y por medio de una simple operación aritmética, podemos darnos cuenta que ambas profecías difieren por 6 años, sacando la conclusión de que un pequeño engendro del mal encarnado en humano de 6 años de edad no podría hacer gran cosa, puesto que según la biblia, Cristo a los 6 años aún no realizaba milagros, ahora bien, podrían ser 2 profecías sin relación alguna entre sí, 2 eventos sin relación con el mismo objetivo: el fin de la humanidad.

Pues bien, de acuerdo a los mayas, el fin vendría por medio de desastres naturales, así que sería nuestro propio hogar el que nos destruiría, y como todos saben, los desastres naturales tienen ese nombre por que son, valga la rebuznancia (perdón, redundancia) por que son naturales, es decir, ocurren sin la intervención de fuerzas externas y artificiales, dígase, máquinas, energía no presente en el planeta o generada por el humano, y yéndonos al extremo, seres de extrema maldad, como el anticristo.

Desde mi punto de vista, es como si el planeta le dijera al anticristo, en el supuesto caso de que hubiera nacido hoy, :"te la pelas wey, yo les pondré en la madre a los humanitos estos"

Y bien, con la aseveración anterior termino la desacreditación por mi parte de la profecía relacionada con este día, ahora bien, vayámonos con los hechos:

1.-El mundo sigue aquí
2.-Un fanático religioso fué aniquilado por fieras después de que el wey se introdujera a donde las fieras estaban cautivas (sigan así y pronto ya no habrá fanáticos religiosos, se extinguirán , eso si, váyanse solos...)
3.-Se abrió una grieta en el lago de chapultepec, causando esto que se perdieran millones de litros de agua y la muerte de miles de carpas
4.-No se que mas haya pasado por que no le puse atención a las noticias

Y para finalizar, para los implicados en el punto 2 y 3, el mundo si se acabó

Esto es todo por el momento y me despido con una rola de Iced Earth, titulada Damien, es la pista 2 del álbum horror show para que la busquen por si la quieren escuchar:

So the beast resides in me
Deep down I always knew
I never really did fit in
So diverse from all of you
Let him who comprenhends
Know the number of the beast
It's a number of a man
A number just for me

As the boy becomes a man
Father's minions pave the way
Set in motion now, Armageddon,
Final conflict, end of days

I embrace the hounds of hell
And the power they oblige
For the task that lies ahead
The Nazarene I'll crucify
They'll see the raptures of our kingdom
They'll see the truth to mankind
I'll show what hell truly is
The monotony of their lives

(Chorus)
When the Jews return to Zion
And a comet fills the sky
The Holy Roman Empire rises
And you and I must die
From the eternal sea he rises
Creating armies on either shore
Turning man against his brother
Till man exists no more

(spoken)
"Nazarene, what can you offer?
Since the hour you vomited forth
from the gaping whomb of a woman,
you have done nothing but drown mens' soaring desires
in a deluge of sanctimonious morality.
I was conceived of a jackal.
Your pain on the cross was but a splinter
compared to the agony of my father.
I will drive deeper the thorns into your rancid carcass,
you profaner of Isis.
Cursed Nazarene,
I will avenge thy torment."

Now Disciples of the Watch
See your Prince of Darkness rise
Through famine and destruction
The Four Horsemen at my side
I demand a victory, I demand a sacrifice
Or spend all eternity
In the flaccid gut of Christ!

(Chorus)
When the Jews return to Zion
And a comet fills the sky
The Holy Roman Empire rises
And you and I must die
From the eternal sea he rises
Creating armies on either shore
Turning man against his brother
Till man exists no more

1 comentario:

Luis Angel dijo...

OMFGBBQ!

Es cierto!, este día ser recordado como el día que salió otro refrito cinematográfico.